QUINTANA ROO EN CAÍDA LIBRE EN LA CONSTRUCCIÓN PÚBLICA
Después de experimentar un notable auge en el sector de la construcción, Quintana Roo enfrenta un significativo descenso en la contratación de obras públicas. Tras un periodo de intenso crecimiento que se inició en agosto de 2022, la inversión gubernamental ha disminuido drásticamente, mientras que las obras privadas han continuado en una tendencia de expansión. Durante los primeros ocho meses de 2024, se observó una caída del 65 por ciento en el valor de la producción pública, contrastando con un aumento del 72 por ciento en el ámbito privado.
El crecimiento inicial de la construcción en Quintana Roo fue notable. En agosto de 2022, el valor de la producción se elevó de 632.4 millones a 1,030.5 millones de pesos en un solo mes, lo que representó un aumento del 63 por ciento. Este crecimiento fue impulsado en gran medida por la contratación pública, que saltó de 57.7 millones a 437.8 millones de pesos. Sin embargo, este pico en la inversión pública comenzó a desvanecerse hacia finales de 2023, cuando el valor alcanzó su máximo en septiembre, con 11,727 millones de pesos, frente a solo 906 millones en el sector privado.
Desde diciembre de 2023, el sector de la construcción, donde el gobierno era el principal contratista, ha mostrado señales de desaceleración. Aunque el inicio de 2024 mostró cifras todavía relativamente altas, como los 7,442 millones de pesos en enero para la construcción pública, los datos de agosto revelaron una caída alarmante, con solo 2,582 millones de pesos en contratación gubernamental. Esta disminución marca un cambio drástico en comparación con los 1,330 millones de pesos reportados por el sector privado en el mismo periodo.
Hasta mediados de 2024, Quintana Roo se posicionaba como líder en la construcción a nivel nacional, contribuyendo con un 11.6 por ciento del total en México, superando a otros estados como Nuevo León, que reportó solo un 9.9 por ciento. Sin embargo, el informe más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revela un cambio en esta tendencia. En agosto, la participación de Quintana Roo cayó al 6.8 por ciento, colocándolo en segundo lugar detrás de Nuevo León, que subió al 11.1 por ciento.
El panorama de la construcción en Quintana Roo presenta desafíos significativos. La caída en la inversión pública contrasta fuertemente con el crecimiento sostenido del sector privado, lo que sugiere un cambio en las prioridades y un posible replanteamiento de la estrategia gubernamental en relación a la infraestructura y el desarrollo. Con el auge de la construcción privada, la economía local podría beneficiarse de este cambio, pero el descenso en la obra pública podría tener repercusiones en el empleo y el crecimiento a largo plazo en la región.