ORDEN DE DETENCIÓN INTERNACIONAL PARA PROSTITUTA RUMANA QUE ESTAFÓ UN MILLÓN DE EUROS A CLIENTE


La Audiencia Provincial de Cantabria ha emitido una orden internacional de detención contra una mujer rumana, condenada a seis años de prisión por estafar cerca de un millón de euros a un cliente con el que mantenía una relación de "íntima amistad". La mujer, quien trabajaba en un club de alterne en la región, no se presentó para cumplir su condena y actualmente estaría trabajando en distintos países europeos.

La orden fue solicitada por la víctima, un profesor jubilado, quien quedó sin patrimonio tras haber sido engañado durante tres años con pretextos de enfermedades y emergencias familiares.

El juicio se llevó a cabo en enero de 2021, donde la acusada, entonces de 35 años, fue condenada por un delito continuado de estafa. La sentencia fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria y posteriormente por el Tribunal Supremo. Además de la pena de prisión, los magistrados impusieron una multa de 4,320 euros y una indemnización de 922,000 euros a favor de la víctima, suma que la acusada obtuvo mediante la venta de inmuebles y la solicitud de préstamos al hombre y a bancos.

Durante el juicio, la mujer alegó que su relación con el hombre era de amistad y que él estaba consciente de los pagos que realizaba, los cuales, según ella, eran para sus "gastos" personales. Sin embargo, los jueces consideraron que la cantidad defraudada era excesiva para justificarla como una mera "prestación de servicios sexuales", argumento presentado por la defensa. La Audiencia Provincial, al fijar la condena, destacó la gravedad de la estafa y el engaño, señalando que la acusada se aprovechó de la confianza del hombre para obtener el dinero bajo falsos pretextos.

Los hechos probados indican que la mujer urdió un plan para obtener la mayor cantidad de dinero posible del hombre, inventando enfermedades graves y otras situaciones críticas que requerían intervención económica. Entre las mentiras, afirmó que debía someterse a diversas operaciones y tratamientos, lo que finalmente le permitió defraudar 922,000 euros entre 2015 y 2017. Cuando consideró que ya no podía obtener más dinero, cortó toda comunicación con la víctima y desapareció.

A día de hoy, el perjudicado no ha recuperado ninguna parte del dinero estafado, lo que ha llevado a la Audiencia Provincial a dictar la orden internacional de detención en un intento por localizar a la mujer y hacer cumplir la sentencia.