LA TORTUGA MÁS GRANDE ES VISTA EN YUCATÁN
La península de Yucatán acoge por primera vez el anidamiento de la tortuga más grande del mundo.
En la península de Yucatán, específicamente en el santuario Xcacel-Xcacelito de Quintana Roo, se ha registrado un hecho histórico: el anidamiento de la especie de tortuga laúd, considerada la más grande del mundo, después de 36 años.
La tortuga laúd es conocida como la reina de los mares debido a su amplia distribución geográfica. Se encuentra en aguas tropicales y templadas de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, desde Alaska hasta Nueva Zelanda.
El Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas del Estado de Quintana Roo (Ibanqroo) informó que el santuario Xcacel-Xcacelito ha sido el lugar elegido por esta tortuga marina para hacer su nido. Este santuario ha desempeñado un papel crucial en la conservación de diferentes especies de tortugas marinas y ha liberado miles de crías.
A pesar de los esfuerzos para proteger a las tortugas marinas, como la veda permanente establecida desde 1990 y el uso obligatorio de excluidores de tortuga marina en redes de arrastre a partir de 1993, aún persiste la captura ilegal de estas especies en algunas áreas del país.
El gobierno de Quintana Roo ha trabajado en colaboración con diversos sectores de la sociedad para preservar las tortugas marinas y su hábitat en el santuario. Además, se promueve la investigación científica y se realiza un monitoreo continuo para asegurar su supervivencia.
La tortuga laúd se distingue por su capacidad para mantener una temperatura corporal más alta que el agua circundante. Esto le permite habitar aguas frías y le otorga una ventaja adaptativa significativa.
Las tortugas laúd pasan la mayor parte de su tiempo en el mar, y solo las hembras se acercan a las costas para anidar. Los machos, una vez que salen del huevo y entran al mar, no abandonan el agua, lo que dificulta su estudio.
El santuario Xcacel-Xcacelito, ubicado a unos 45 kilómetros al sur de Playa del Carmen, es un área natural protegida y un importante sitio de anidación para las tortugas marinas. Además de su labor de conservación, el santuario promueve el turismo sostenible y responsable.
