Israel Intensifica Bombardeos Contra Hezbolá en el Sur del Líbano


El conflicto entre Israel y Hezbolá ha escalado significativamente, con el Ejército israelí confirmando que sus fuerzas aéreas han estado atacando "objetivos" del grupo libanés en el sur del Líbano durante cinco días consecutivos. En los últimos bombardeos, al menos 25 personas han perdido la vida, según informó el Ministerio de Salud Pública de Líbano. Los ataques aéreos se han centrado en áreas como Sidón y Nabatieh, donde las Fuerzas Aéreas de Israel han atacado instalaciones de almacenamiento de armas y lanzadores de cohetes dirigidos al Estado de Israel.

Los informes del Ejército israelí también indican que se han destruido lanzadores de cohetes utilizados para disparar proyectiles hacia la ciudad de Tiberíades. Este ataque dejó a un joven con heridas moderadas debido a la caída de escombros durante la intercepción de uno de los misiles. Esta situación de creciente violencia ha llevado a una respuesta militar israelí intensificada, destacando la seriedad del conflicto actual.

En otro incidente, se activaron alarmas antiaéreas en la ciudad de Haifa y en el centro de Israel tras el lanzamiento de un misil balístico desde Yemen por parte de los rebeldes hutíes. Este misil fue interceptado por las fuerzas israelíes antes de cruzar la frontera, lo que subraya la complejidad de la situación en la región, donde múltiples actores están involucrados. Este es el segundo misil de este tipo lanzado contra el centro de Israel en la misma semana, lo que ha generado una sensación de urgencia y alerta entre las autoridades.

La escalada de hostilidades comenzó la semana pasada, cuando se produjeron explosiones simultáneas de unos 5,000 dispositivos de comunicación pertenecientes a Hezbolá, y varios de sus líderes fueron asesinados cerca de Beirut. Estos eventos llevaron a una intensificación de los ataques aéreos israelíes, lo que ha resultado en un gran número de víctimas en Líbano. Desde el inicio de estos enfrentamientos, más de 700 personas han fallecido, miles han resultado heridas, y más de 77,000 han sido desplazadas, cifras que reflejan una crisis humanitaria sin precedentes desde la guerra civil libanesa.

A pesar de la creciente violencia, Israel ha descartado cualquier negociación para establecer una tregua en el Líbano, comprometiéndose a continuar con sus operaciones militares contra Hezbolá. Este enfoque ha generado preocupación internacional sobre la escalada del conflicto y sus posibles consecuencias para la estabilidad de la región, ya que la violencia se extiende y afecta a una población civil ya vulnerable.