El nuevo Estado de Bienestar

Columna por Enrique de la Madrid

El fin de semana pasado participé en un encuentro del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Gobierno de República Dominicana que se realizó en Santo Domingo para reflexionar alrededor del nuevo Estado de Bienestar en Las Américas.

Agradezco la invitación de Jorge Castañeda para intercambiar puntos de vista con gente de la mayoría de los países de Latinoamérica y de Estados Unidos, platicando sobre qué vamos a hacer para atender a las personas que se nos han quedado atrás en Latinoamérica y qué haremos para enfrentar los graves estragos que ha dejado la pandemia.

Con el Covid-19 se evidenciaron las desigualdades e injusticias tan marcadas en Latinoamérica, y muchos latinoamericanos que estaban en la clase media ahora han caído en pobreza, lo que ha provocado que este segmento social se incremente de forma alarmante.

Además, se han generado fuertes impactos en la salud de los latinoamericanos, y sobre este tema destaco la participación de Santiago Levy, quien habló sobre cómo generar un sistema único de salud universal, porque actualmente está fraccionado en México; la calidad y el acceso depende de qué institución de salud te corresponde o si perteneces a la economía informal y no tienes acceso a ninguna institución de salud.

En la economía formal trabajan aquellas personas que reciben prestaciones de ley, mientras que en la economía informal se encuentran aquellas personas sin las prestaciones que exige la ley.

Muchos trabajadores formales tienen acceso al IMSS, otros pertenecen al ISSSTE, otros están en el Insabi, hay otras instituciones y muchos mexicanos ni siquiera tienen acceso a servicios de salud.

Por ejemplo, de 2008 a 2018 se logró reducir la proporción de mexicanos sin acceso a servicios de salud de 38.4% a 16.2% gracias al Seguro Popular, pero con su desaparición esta cifra volvió a aumentarse a 28% en 2020, es decir, se dejó a 16 millones de personas sin servicios de salud.

También platicamos sobre la posibilidad de tener seguros de desempleo para ayudar a la gente durante los ciclos económicos, que ya quedó claro que pueden ser muy graves durante periodos como la crisis de 2008 o la pandemia de 2020. Justamente, el Estado de Bienestar debe ayudar a los que estén pasando por un mal momento.

De igual forma, hablamos del Ingreso Básico Universal (UBI por sus siglas en inglés), el cual es un ingreso para toda la población sin ninguna clase de restricción o criterio de discriminación.

Considero que es de vital importancia discutir estos temas porque no todos los problemas que enfrentamos en el México actual tienen una solución local o nacional.

Problemas como la migración, el cambio climático, el crimen organizado o el control de las pandemias no se pueden resolver sin la cooperación internacional; es unidos y coordinados cómo podemos superar estos retos.

Ya basta de que algunos mexicanos quieran jugar el papel de víctima o echarle la culpa siempre a alguien más por cualquier resultado negativo, provocando divisiones y polarización.

Si no nos gustan los resultados o las reglas del juego internacional, debemos participar activamente para cambiar las cosas.

México es un país con tamaño, ideas y relevancia suficiente para ser un actor internacional clave. Debemos de participar de manera más activa en la redefinición de las reglas del juego en beneficio de los mexicanos, por supuesto, pero también de la humanidad.

Director del Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey