Concluye taller sobre prevención de violencia contra las mujeres

Con la convicción de crear espacios seguros para las mujeres y reeducar bajo una cultura de equidad y respeto así como de apoyo para actuar cuando las mujeres se sienten acosadas o en peligro, se impartieron dos talleres al personal masculino de la Fundación Club Cultural, por parte del Instituto Municipal de la Mujer.



La citada Fundación está integrada por los bares La Negrita, La Fundación Mezcalería y Casa Chica, cuyo personal, alrededor de 80 varones, participaron de los talleres “Masculinidad y violencia” y “Fortaleciendo espacios seguros” que se impartieron a lo largo de un mes, con un total de 24 sesiones divididos en cuatro grupos.

Ayer personal del Instituto Municipal de la Mujer, encabezados por la directora, Fabiola Josefina García Magaña, hicieron entrega de constancias a los participantes del taller, en un acto en el que también se contó la presencia de Patricia Martín Briceño, socia de la Fundación Club Cultural; Julio Sauma Castillo, secretario de participación ciudadana; y Gina Villagómez Valdés, representante de la Red de Mujeres por la Democracia Paritaria.
Patricia Martín, señala que el machismo es el mal del siglo, y como empresa se sienten de tomar acciones que coadyuvan a cambiar la forma en la que los hombres ven a las mujeres, para propiciar equidad, y en la búsqueda de que las mujeres se sientan seguras y libre de acoso.

Considera que el machismo es un mal cultural, una cuestión de educación, y al contar con personal en su mayoría masculino, resulta importante el reeducarlos para saber no sólo cómo tratar a las mujeres que acuden a los negocios que operan, sino también saber cómo responder o ayudar ante situaciones de acoso o violencia que pueda generarse dentro de las instalaciones que operan.

No es la primera vez que solicitan al Instituto Municipal de la Mujer (IMM) la impartición de talleres de este tipo, pues desde 2017 y en 2018 participaron de éstos, pero como el personal suele rotar mucho, le parece necesario el que se cursen de nuevo y haya una continuidad al trabajo que se realiza en este sentido.

Indica que en los negocios que opera la Fundación se han tenido situaciones complejas, y afirma que nunca han evadido el enfrentar esas situaciones o hacerse responsables de los conflictos derivados de las formas culturales machistas, sino por el contrario les hacen frente, y una forma de ayudar a reducir o eliminar esos casos, al menos por parte del personal, es este tipo de talleres que han cursado.


Precisa que el trato diferencial con las clientas respecto a los hombres es una de las quejas que suelen recibir, pues los meseros tienen la idea que el hombre es el que paga, y por tanto es al que deben dirigirse cuando es una mesa con comensales mixta.


Las féminas suelen expresar que los meseros les hacen más caso a los hombres, y les sirven más rápido y brindan más atención.


Detalles en la conducta como esos son los que buscan cambiar, fomentando la equidad, así como el hecho que las mujeres se sientan libres de acoso y seguras.


De ahí que en los talleres que se les impartieron, los facilitadores hayan trabajado en la sensibilización del ejercicio de la violencia contra las mujeres, para que pudieran identificar los tipos de violencia, algunos de los cuales no reconocían como tal.


Así lo explican el antropólogo Rafael Alfaro Cob y el psicólogo Jesús Ortega Mena, dos de los instructores de los talleres impartidos por el IMM, quienes indican que como parte del taller “Fortaleciendo espacios seguros” se trabajó con los asistentes rutas de actuación para saber cómo ayudar a las mujeres cuando solicitan apoyo por una situación de acoso.

Manifiestan que se crearon estrategias de acción, y otra de las acciones será establecer una palabra clave que las usuarias puedan decir al mesero, cuando se encuentren en una situación de alto riesgo, la cual se difundiría únicamente a las mujeres en espacios propios para ellas, como los sanitarios.

Si el mesero escucha la palabra clave sabrá que las mujer cursa una situación de peligro alta, y está preparado sobre cómo actuar ante estos casos.

Enfatizaron que en los últimos años, sólo dos empresas del ramo de los bares y restaurantes han capacitado a su personal sobre estos temas, la Fundación Club Cultural y Eladio’s.

Esta última lo hizo el año pasado y unas 350 empleados participaron.

En lo que va de este primer semestre del año han ofrecido cursos y talleres a 950 personas del sistema educativo y bares y restaurantes.

Se busca que haya un mayor interés por parte los negocios del área de bares y restaurantes en capacitar a su personal.