CLAUDIA SHEINBAUM ASUME COMO PRIMERA PRESIDENTA DE MÉXICO
Este martes, Claudia Sheinbaum marcó un hito en la historia de México al convertirse en la primera mujer en asumir la presidencia del país. En una ceremonia llevada a cabo en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Sheinbaum recibió la banda presidencial, consolidando su posición como la máxima autoridad del gobierno mexicano.
El acto fue presenciado por altos funcionarios, representantes de diversos partidos políticos y una multitud de legisladores que celebraron su llegada al poder. El momento más simbólico de la jornada fue cuando la banda presidencial fue entregada por Andrés Manuel López Obrador a Ifigenia Martínez, quien, pese a su delicado estado de salud, fue la encargada de hacer el traspaso a Sheinbaum con la ayuda de una cadete.
El camino hacia este trascendental momento comenzó cuando Sheinbaum llegó a San Lázaro minutos antes de las 11:30 a.m. Entre gritos de "presidenta" y consignas de apoyo por parte de diputados y senadores, la nueva mandataria fue recibida en un ambiente de júbilo. Poco después de su entrada, prestó juramento y se oficializó su mandato, convirtiéndose en un símbolo no solo para México, sino para las mujeres en general, al ser la primera en alcanzar este puesto en los más de 200 años de historia independiente del país.
Durante la sesión, se destacó la importancia del momento no solo por el hecho de que Sheinbaum es la primera mujer presidenta, sino también por su origen político. Ricardo Monreal, coordinador del partido Morena, subrayó que tras 66 hombres que han ocupado la presidencia de México, ahora es tiempo de una mujer. Igualmente, mencionó el papel crucial de Andrés Manuel López Obrador en la trayectoria del partido y la llegada de Sheinbaum a la presidencia, una figura formada en la lucha social y que representa los principios de la izquierda mexicana.
Líderes mundiales también asistieron al evento, entre ellos los presidentes de Brasil, Colombia, Honduras, República Dominicana, Cuba y Chile, quienes manifestaron su apoyo a la nueva presidenta. La presencia de la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, fue igualmente notoria, subrayando la relevancia internacional de la transición del poder en México. Biden fue recibida por miembros del gabinete de Sheinbaum, reflejando la importancia de las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos en este nuevo capítulo de la política mexicana.
Por su parte, figuras de la oposición también hicieron sus pronunciamientos durante la ceremonia. Guadalupe Murguía, senadora del Partido Acción Nacional, expresó su esperanza de que la llegada de Sheinbaum a la presidencia represente un avance significativo para las mujeres mexicanas. Otros como Manuel Velasco, del Partido Verde, destacaron la larga trayectoria de Sheinbaum en la lucha social, mientras que Ivonne Ortega Pacheco, de Movimiento Ciudadano, prometió una relación de sororidad pero no complicidad con el nuevo gobierno.
Además de la relevancia política del evento, la ceremonia en San Lázaro estuvo marcada por un alto simbolismo histórico. Sheinbaum no solo se convierte en la primera mujer en asumir el poder en México, sino que también es una líder surgida de las bases del movimiento social, destacando su compromiso con los sectores más vulnerables de la sociedad. Este aspecto fue reiterado por diversas personalidades políticas, quienes ven en su presidencia una oportunidad para continuar con las transformaciones iniciadas por el gobierno de López Obrador, al tiempo que refuerza la presencia de la izquierda en el panorama político nacional.
Sheinbaum, además de ser la primera presidenta, asume su cargo en un contexto internacional de gran relevancia, con la expectativa de fortalecer las relaciones diplomáticas y enfrentar los retos económicos y sociales que México ha venido arrastrando. La asistencia de múltiples líderes internacionales evidencia el interés y el papel crucial que se espera de su gobierno en la región latinoamericana y en las relaciones globales. Con una sólida base política y un fuerte respaldo popular, Sheinbaum comienza su mandato con la promesa de continuar con la transformación de México hacia un futuro más justo e incluyente.