CANADÁ CAMBIA SU RUMBO CON LOS MIGRANTES TEMPORALES
Canadá ha sido conocido por recibir a millones de inmigrantes para impulsar su economía, especialmente mediante programas de residencia temporal. Sin embargo, un cambio de políticas está dejando a muchos de estos migrantes en un limbo, como es el caso de Sachindeep Singh, un joven que llegó al país como estudiante internacional en 2019. Singh enfrentó la expiración de su permiso de trabajo, dejándolo sin la posibilidad de continuar ganando ingresos legalmente. Esta situación es cada vez más común entre los residentes temporales en Canadá, especialmente después de que el gobierno anunciara medidas restrictivas para reducir las cuotas de inmigración.
El programa de estudiantes internacionales y trabajadores temporales ha sido clave para Canadá, pero el crecimiento de la población migrante ha generado tensiones en áreas como la vivienda y la atención médica. De acuerdo con cifras oficiales, los residentes temporales en Canadá aumentaron drásticamente, representando el 6.8% de la población. No obstante, con una economía que ha generado menos empleos en los últimos años, y una tasa de desempleo del 14% entre los migrantes, las críticas hacia el impacto de los inmigrantes en la crisis de vivienda y servicios han aumentado.
Ante este panorama, el gobierno ha recortado visas para estudiantes y ha limitado la cantidad de trabajadores extranjeros que las empresas pueden contratar. El ministro de Inmigración, Marc Miller, defendió estos recortes como un esfuerzo para evitar el “sobrecalentamiento” de ciertos sectores económicos. A pesar de las críticas, muchos migrantes se sienten traicionados, después de haber sido incentivados a emigrar con la promesa de una residencia permanente, solo para enfrentar el riesgo de ser expulsados.
Los efectos de este endurecimiento se sienten especialmente en ciudades como Brampton, donde muchos migrantes, sobre todo de la India, se han establecido. Los residentes temporales no solo enfrentan dificultades para encontrar empleo, sino que también ven cómo la falta de vivienda asequible y los costos elevados empeoran sus condiciones de vida. Algunos han optado por quedarse ilegalmente, mientras que otros intentan cruzar hacia Estados Unidos o incluso solicitan asilo como última opción para prolongar su estadía en Canadá.
El gobierno de Canadá ha prometido que sus políticas de inmigración serán flexibles, ajustándose a las necesidades de la economía. Sin embargo, para muchos como Singh, la realidad es que las oportunidades prometidas al llegar se están desvaneciendo rápidamente, empujándolos a tomar decisiones difíciles o incluso riesgosas para poder mantenerse en el país.
