ALERTA EN QUINTANA ROO POR NUEVO IMPUESTO A CRUCERISTAS
La reciente aprobación de un impuesto de 42 dólares (860 pesos) por persona a pasajeros de cruceros internacionales, aplicable desde el 1 de enero de 2025, ha generado gran preocupación en el sector turístico de Quintana Roo. Esta medida, que busca recaudar más de 4 mil millones de pesos anuales, afecta especialmente a los destinos de Cozumel y Mahahual, donde el turismo de cruceros es una de las principales fuentes económicas.
Líderes del sector han señalado que esta reforma, incluida en la Ley Federal de Derechos, pone en desventaja a México frente a otros destinos del Caribe y Centroamérica. Desde 2012, los cruceristas estaban exentos de pagar derechos migratorios si su estancia era breve. Ahora, el cobro se aplicará sin importar si desembarcan en el país, lo que podría reducir la competitividad turística de la región.
Empresarios y representantes de la industria han advertido que esta medida impactará negativamente en Cozumel, el puerto más importante para cruceros en México, y en Mahahual, otro punto estratégico. Juntos, estos destinos reciben más de 5 millones de cruceristas al año. El sector señala que, con este impuesto, México podría volverse 213% más caro que el promedio de otros países de la región, según la Florida-Caribbean Cruise Association (FCCA).
La presidenta del Consejo Coordinador Empresarial de Cozumel, Carmen Joaquín Hernández, calificó la decisión como un “albazo” legislativo y pidió al Senado reconsiderar. Joaquín subrayó que países competidores ofrecen mejores condiciones a las líneas de cruceros, lo que coloca a México en una clara desventaja. Por su parte, la FCCA destacó la falta de diálogo previo con la industria y señaló que el impuesto afectará a clientes con viajes ya reservados para 2025.
El sector empresarial ha solicitado la intervención del senador Eugenio Segura, presidente de la Comisión de Turismo, para frenar esta medida. Asimismo, hicieron un llamado a la Presidencia de la República para buscar alternativas que no afecten la competitividad de México como destino y protejan los empleos que dependen del turismo de cruceros.